¡Bienvenidos a Casa de Gracia! Somos una iglesia latina multicultural Cristo- céntrica y profética en San Diego. ¡Amamos la presencia de Dios y amamos a la gente, sabiendo que el Evangelio tiene un poder transformador de vida! Esperamos conocerte y servirte en el amor de Cristo.
Tus amigos y pastores
Ruben Buitrago y Laura Buitrago.
We are your Latino multicultural Christ-centered and prophetic church in San Diego. We love God’s presence and we love people, knowing that the Gospel has life transforming power! We hope to meet you and serve you in the love of Christ.
Your friends and pastors,
Ruben and Laura Buitrago
Casa de Gracia en San Diego es una Iglesia del Pacto en plantación, latina y multicultural en el área de Mira Mesa y Scripps Ranch. Somos una iglesia Cristo-céntrica, adoradora y profética, servidora y liberadora y amigos de la misión.
Tus amigos y pastores
Ruben Buitrago y Laura Buitrago.
Casa de Gracia in San Diego is a multicultural Latino plantation Covenant Church in the Mira Mesa and Scripps Ranch area. We are a Christ-centered, adoring and prophetic church, servant and liberating and friends of the mission.
Your friends and pastors
Ruben Buitrago and Laura Buitrago.
El más Bello, el más hermoso, se dejó desfigurar para embellecerte. El Rey de gloria se dejó coronar con espinas para poner en tu cabeza una corona de favores y misericordias. El más Amado se dejó rechazar, insultar y escupir para que tu seas aceptado y amado. El Autor de la vida tomó tu muerte para vivificarte eternamente. Sólo Jesús te ofrece un amor de tal magnitud. Nadie pudo, ni puede, ni podrá amarte así, ningún líder religioso, ningún político, ningún amor humano, ningún revolucionario, ningún científico, ni filósofo; ¡Solo Jesús de Nazaret !¡Abre hoy tu corazón al Hijo de Dios!
Donde hay gracia hay favor. Hay puertas abiertas, dulzura y las relaciones se disfrutan. El hombre sabio y la mujer sabia pueden hacer habitar en paz aun a sus enemigos, porque la gracia produce ese efecto de suavizar y de minimizar los conflictos en nuestras vidas. La gracia es el favor inmerecido de Dios en nuestra vida produciendo paz, belleza y hermosura.
La fuente de la gracia es la humildad. La gracia reposa sobre la humildad. Por eso la Escritura dice: Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes” (Stg.4.6)
Lo opuesto a la gracia es la culpa, la dureza, el sarcasmo, el juicio y la acusación. Donde hay todo tipo de contienda y conflicto es porque en la raíz no hay gracia, hay una raíz de amargura y de soberbia. ¡Tengamos el corazón humilde que atrae la gracia hoy!
¡Jesús endulza las aguas de tu corazón y te saca de toda amargura y aflicción!
Muchas relaciones están estancadas como aguas amargas, por eso muchos no avanzan. Muchos están amargados con Dios, con sus familiares, con sus compañeros de trabajo, con la iglesia, con sus hijos y con su cónyuge.
¿Cómo empezó todo? En una conversación, en una pequeñita raíz que alguien te sembró. Tu error fue darle cabida, darle oído, hacerle espacio a aquella raíz, a aquella palabra, a aquella ofensa. En la conversación con gente amargada, si no te cuidas, bebes amargura y arruinas tus relaciones. La solución es arrepentirte y arrancar toda raíz de amargura de tu corazón permitiendo que la gracia y dulzura de Jesús te llenen. ¿Cómo sucede esto? Perdonando, perdonando y perdonando. El perdón es el antídoto de la amargura. El perdón sanará tu corazón y tus relaciones. ¡Recibe la Mano de Jesús que te saca de toda amargura! Recibe el perdón y la gracia primero y luego dalo, ofrécelo gratuitamente y serás libre de toda amargura. ¡Solo entonces podrás amar al que te odia, perdonar al que te ofende, bendecir al que te maldice, orar por el que te persigue, desearle el bien al que te deseó el mal y vencer el mal a fuerza del bien!
La gracia de Dios es favor inmerecido. Es el regalo carísimo de su infinita aceptación que enriquece y hermosea nuestras vidas. Es gratis no porque sea barata. Es gratis porque siendo tan costosísima, ningún hombre, ninguna fortuna la podía costear. Solo el precio de la sangre de Jesucristo satisface la justicia de Dios y garantiza la gracia de Dios para todo aquel que la busca. Gracia divina, favor inmerecido, ternura y hermosura del cielo, todo esto tenemos en Cristo. ¡Hay suficiente gracia para ti y para mi hoy y aquí!